En este artículo os presentamos los resultados de un estudio propio sobre los métodos de robo empleados por los ladrones en viviendas; estos resultados, aunque muy interesantes, no nos han sorprendido, ya que desde nuestra experiencia intuíamos qué métodos de robo iban a destacar.
El estudio se basa en datos reales de atenciones de SUKOT en robos. Aunque están limitados a nuestro universo (robos producidos en Navarra y atendidos por nosotros) son fácilmente extrapolables en su tipología y porcentaje —aunque con variaciones— a cualquier provincia.
Y lo más importante: nos permite obtener una idea muy clara de cómo se están produciendo los robos y a qué debemos prestar atención para mejorar nuestra seguridad contra el robo.
Índice del artículo
- Muestra del estudio
- Aclaraciones sobre los tipos de ataques detectados
- Resultados del estudio: ¿cuáles son los métodos de robo más habituales?
- Cómo protegerse contra los robos más habituales en viviendas
- La evolución de los métodos de robo
- Los futuros métodos de robo
Muestra del estudio
El estudio se ha realizado sobre viviendas en bloques de pisos, donde la intrusión se ha producido por la puerta principal, y se basa en atenciones de nuestros técnicos en Navarra durante 12 meses: del 1 de marzo 2017 a 28 de febrero de 2018.
Cabe destacar que ha habido algunas oleadas de robo, perpetradas aparentemente por bandas organizadas e itinerantes, que han aumentado el número de robos en algunas semanas concretas, principios de junio y agosto, siendo en algunos casos en el mismo edificio (afortunadamente en algunos casos los ladrones fueron detenidos).
Hemos descartado en este informe los robos en viviendas unifamiliares y robos en los que, aun siendo en piso, la intrusión se produjo por ventanas o terrazas.
Aclaraciones sobre los tipos de ataques detectados
Englobamos la forma en que los ladrones acceden a la vivienda en dos grupos principalmente: ataques técnicos no destructivos, y ataques destructivos.
Ataques técnicos no destructivos
Ataque técnico no destructivo es aquel en el que no hay evidencias físicas del robo en el bombín ni en la puerta.
El grupo de ataques no destructivos se puede dividir en 3 subgrupos, que son:
- Ataques por métodos técnicos contra el bombín (bumping, impresión o ganzuado).
- Robos por fallos en la custodia de llave o copia fraudulenta.
- Robos por el método del resbalón.
Dado que estas técnicas no dejan evidencias físicas, a priori no es fácil encuadrar cada ataque no destructivo en uno de los subgrupos, pero los hemos atribuido a cada una de las categorías, según criterios lógicos, técnicos y de declaración del afectado:
- Hemos encuadrado en ataques técnicos no destructivos contra el bombín (bumping, impresión o ganzuado) aquellos ataques en los que el afectado asegura haber cerrado adecuadamente la puerta y cerradura, pero la marca del bombín y llave que tenía instalada está reconocida como de alta vulnerabilidad al bumping, ganzuado o impresión.
- Se encuadran en ataques por fallos en la custodia o copia de llave fraudulenta los ataques en los que el afectado manifiesta haber cerrado correctamente la puerta y cerradura, y el modelo y marca de la llave/cerradura está reconocida como de alta protección contra ataques como el bumping, ganzuado o impresión.
Además, el afectado manifiesta sufrir pequeños hurtos y sospechas reiteradas, o tiene dudas sobre la custodia de las llaves, no dispone de todas las llaves fabricadas, perdió llaves en el pasado o no dispone de llaves con control de duplicado. - Se encuadran en apertura por resbalón únicamente quienes manifiestan con claridad que no cerraron la cerradura con vuelta.
No nos hemos encontrado con robos por otro tipo de métodos, como magic key en cerraduras de gorjas, ya que, aunque son también altamente vulnerables, su parque instalado no es alto y requieren una mayor pericia por parte del eventual ladrón.
No significa que no los haya habido, significa que nosotros no nos los hemos encontrado y desde luego es una técnica a la que prestar atención si el usuario tiene una cerradura de gorjas.
Ataques por métodos destructivos físicos
Englobamos en el grupo de ataques por métodos destructivos físicos aquellos en los que se aprecian evidencias físicas del robo en el bombín, escudo protector, marco o puerta.
Resultados del estudio: ¿cuáles son los métodos de robo más habituales?
Se han realizado en el período señalado 77 atenciones a robos en pisos, donde la entrada se ha producido por la puerta, y los datos son los siguientes:
Técnica de robo | Robos | % |
Métodos técnicos no destructivos contra el bombín o cerradura | 53 | 68,83% |
Métodos destructivos físicos contra bombín o cerradura | 14 | 18,18% |
Ataque contra la puerta: apalancamiento | 6 | 7,79% |
Cierre solo con resbalón (sin cerrar la puerta con llave) | 2 | 2,60% |
Custodia o copia de llave (personal, copia fraudulenta…) | 2 | 2,60% |
En realidad, los datos no han supuesto una sorpresa, ni lo serán para cualquiera que se dedique a la seguridad en viviendas, ya que es lo que venimos observando los últimos años.
Atendiendo a estos datos podemos extraer varias conclusiones:
- En conjunto, 8 de cada 10 robos se producen por alguno de los robos de los tres minutos. Como dato a tener en cuenta se han dado casos en puertas blindadas instaladas recientemente en viviendas de nueva entrega, ya que, aun siendo las puertas de una aceptable seguridad contra la efracción (resistencia de la puerta en sí), carecían del bombín y escudo protector adecuados.
- Las aperturas mediante técnicas “limpias” (bumping, impresión o ganzuado) son la técnica de robo más frecuente. 2 de cada 3 robos se producen con estos métodos.
Identificar cuál de las 3 técnicas ha sido empleada concretamente en un caso es algo muy complicado, ya que ninguna de ellas deja evidencias claras. Sin embargo podemos asegurar que el bumping, por su sencillez, rapidez y efectividad de ejecución, destaca sobre las otras dos, que requieren mucho mayor, conocimiento y tiempo de ejecución por lo que casi están descartadas (es algo que todos los profesionales del sector damos por seguro).
Además, en la mayoría de los casos, el ladrón, con sólo ver el bombin y el escudo o con ver si entra alguna de sus llaves bumping, puede detectar con facilidad si es fácilmente vulnerable o no. - El ataque con herramientas para la rotura o extracción de bombín se sigue produciendo y es la segunda técnica más habitual de robo actualmente. En la mayoría de los casos se han producido porque el bombín no estaba protegido por ningún escudo (rotura de bombín), este era abierto (extracción del bombín) o directamente se ha procedido a la extracción o aplastamiento del escudo (en el caso de escudos huecos).
- En 7% de los casos se produce un ataque más agresivo contra la puerta mediante el uso de palancas. Suelen emplearse para ello palancas de pequeño tamaño que son relativamente fáciles de transportar y ocultar en caso de encontrarse con alguien. No obstante estos robos se producen en viviendas en las que el ladrón puede actuar con más “libertad”, emplear algo más de tiempo y hacer algo más de ruido.
- Cada vez menos robos se producen por el método del resbalón: parece que ya nos hemos acostumbrado a salir de casa y cerrar con llave, aunque solo nos ausentemos unos minutos.
- Una técnica de la que, habitualmente, los usuarios no son conscientes es la copia fraudulenta de la llave o su custodia indebida. Los casos aún no son muchos, pero son fácilmente evitables.
2 de cada 3 robos se producen mediante métodos no destructivos: bumping, impresión y ganzuado.
Cómo protegerse contra los robos más habituales en viviendas
Si tenemos en cuenta estos resultados vemos que afortunadamente la solución para protegerse contra más del 90% de los robos que se producen es fácil, rápida y económica.
Instalar un bombín antibumping
Está claro que la prioridad es instalar un bombín antibumping, anti ganzúa y anti impresión. Sin embargo hay que tener un poco de cuidado, ya que no todo lo que se vende con la etiqueta de anti-bumping lo es realmente. Todos los fabricantes ponen en su caja que los bombines son de alta seguridad, antibumping, tienen no sé cuántos pitones… pero no todos son igual de efectivos.
En muchas ocasiones, aunque acaben de entregarte tu vivienda, la puerta o cerradura te la acaba de instalar un carpintero o has comprado un bombín en una ferretería generalista o centro comercial, el bombín y cerradura pueden ser totalmente vulnerables al bumping. ¿Por qué es esto así? Porque el canal de distribución de estos productos es precisamente ese: carpinterías, ferreterías generalistas y de barrio, y centros de bricolaje.
No es que te estén timando ni muchísimo menos, es que no son profesionales de la seguridad y están convencidos de que te están ofreciendo un producto de calidad con todas las garantías (porque así lo dice la cajita del fabricante del bombín y cerradura).
Hay muchos bombines que reúnen las características adecuadas. En nuestro caso recomendamos sobre todo INN.Key Smart, Kaba Expert Extrem Protection o Keso Premium, pero hay otras marcas y modelos que pueden cubrir esas necesidades.
Nuestro consejo: compra tu bombín en un centro especializado de confianza, no en una ferretería generalista, una carpintería o una gran superficie.
Si además el bombín tiene protección contra la copia de llaves o, mejor aún dispone de un sistema de control de copia de llaves, para saber no sólo cuántas copias existen de tu cerradura, sino también recibir un aviso si alguien intenta duplicarlas, mejor que mejor. Así podemos protegeremos contra las copia fraudulentas. Lo mismo que indicábamos en los párrafos anteriores es válido para este caso: que el bombín te lo entreguen con una tarjeta no es suficiente garantía de incopiabilidad ni control.
Instalar un escudo de seguridad
El otro gran método contra el que protegernos es el de los ataques destructivos. Tan sólo debemos asegurarnos de que disponemos de un escudo protector para cerraduras macizo, blindado, pero sobretodo certificado en seguridad EN1906 preferiblemente en grado 4 y que disponga de tecnologías adicionales tipo Rok, Kripton o de detección anticipada.
Una marca de absoluta confianza en este sentido es Disec. ¡Ojo! El escudo que instales debe ser el apropiado para tu cerradura, ya que un escudo muy seguro pero mal instalado o instalado en una cerradura inadecuada, no ofrece la garantía necesaria.
Instalar una segunda cerradura
Por supuesto, una gran decisión es instalar una segunda cerradura de alta seguridad, que duplicaría el tiempo y ruido —y con ello la exposición del ladrón y su riesgo a ser descubierto—. No obstante, debemos solicitar siempre que esa segunda cerradura sea una cerradura embutida normalizada, y con bombín y escudo de las mismas características.
La instalación de cerrojos sobrepuestos, de gran sencillez de instalación para el carpintero/cerrajero, tiene apariencia de robusto, pero es de dudosa efectividad a medio y largo plazo.
Instalar una puerta de seguridad
Si lo que deseamos es protegernos contra todo tipo de ataques y todo tipo de ladrones —ya sean oportunistas, bandas organizadas o ladrones especializados—, la solución ideal es una puerta de seguridad acorazada. Dentro de ellas, hay de menor y mayor grado de seguridad, pero siempre deben estar certificadas según las normativas UNE-EN-1627 y EN-85160, con alta potencia de cierre, llave protegida y controlada y, preferiblemente, con detección anticipada. En nuestro caso, recomendamos las puertas de seguridad INN.Door y, como segunda opción, si tu capacidad de inversión es más ajustada, una puerta de seguridad Eurosegur o Roconsa.
¿Quieres saber más sobre cómo proteger tu vivienda? Descubre nuestros niveles de seguridad, con soluciones de seguridad adaptadas a tus necesidades.
La evolución de los métodos de robo
Los métodos de robo van cambiando con el tiempo, pero, aunque evolucionen, son elegidos por los ladrones por las mismas razones:
- El ladrón no quiere hacer ruido y busca pisos con cerraduras o puertas fáciles y rápidas de vulnerar, que le expongan lo menos posible y eviten la posibilidad de ser sorprendidos y detenidos.
- Salvo en bandas especializadas, que buscan un objetivo concreto, la facilidad de robo es casi una tentación y está por encima de la expectativa de botín que en muchos casos es desconocida.
El gráfico muestra como el ladrón va evolucionando y perfeccionando sus habilidades y los métodos de robo:
- En los años 80 los métodos de robo más utilizados eran la radiografía o el resbalón (ya superado, gracias al cambio de hábito de los usuarios) y el ganzuado de cerraduras (que solían ser sencillas y sin protección técnica). Comenzaron a instalarse bombines de llaves de seguridad (mal llamados de puntos).
- En los años 90, el robo más habitual era mediante la rotura de bombines, porque ningún bombín o muy pocos disponían de escudo protector de ningún tipo. Comenzaron a ponerse escudos protectores, aunque en la mayoría de los casos eran escudos abiertos.
- En los primeros 2000, se comenzó con la extracción de bombines y raramente el taladrado. Para evitarlo se comenzaron a colocar escudos ciegos que no permitían ver el bombín y lo protegían íntegramente.
- A finales de la década pasada todos los demás métodos quedaron “eclipsados” por la popularización entre los cacos de la técnica del bumping, ya que comenzó a ser muy fácil conseguir llaves preparadas para ello —incluso comprarlas en internet—. La solución: cambiar a bombines antibumping, anti ganzúas y anti impresión, si bien estas dos últimas técnicas son raramente empleadas.
- La situación actual y de los últimos años es la mostrada en la estadística anterior, donde se ve que sigue habiendo gran cantidad de robos por métodos técnicos, aunque también comienza a haber robos por métodos agresivos, pero silenciosos, como los ataques a escudo o bombín con extractor.
Por ello, aunque en el pasado hubiéramos puesto un sistema de seguridad de calidad, muy por encima de las habilidades del ladrón, si este no se actualiza, en un mayor o menor tiempo es posible que el ladrón sea capaz de vulnerarla. Por el contrario, si cada cierto tiempo revisamos y actualizamos, en caso de ser necesario, la seguridad, estaremos protegidos por encima de las habilidades del ladrón. Cambiamos de móvil cada 2-3 años, la tele cada 8 años, el ordenador cada 6, el coche cada 7… la seguridad no es distinta.
La seguridad de tu vivienda debe ser revisada y actualizada cada 5-6 años. Lo haces con el móvil, el ordenador, la tablet, la tele, la consola, el coche… ¿Por qué no habrías de hacerlo con tus cerradura?
Los futuros métodos de robo
La tendencia esperable para los próximos 3 o 4 años es que continúe el robo mediante bumping, ya que todavía hay una parque muy elevado de cerraduras vulnerables a este método.
Conforme este parque vaya disminuyendo, irá creciendo el número de ataques destructivos “silenciosos” (rotura y extracción de cilindros, escudos y cerraduras sin escudo o con escudos vulnerables). También se cree que el apalancamiento, especialmente en el lado de la cerradura, crezca ligeramente en la medida en que otros métodos disminuyan.
Por tanto, nuestra recomendación para protegernos contra los métodos de robo más habituales es instalar un bombín antibumping con protección de copia de llave, y protegido por un escudo de seguridad acorazado (si tiene detección anticipada, mejor).
Para aumentar el tiempo de apertura necesario para acceder a la vivienda, puede instalarse una segunda cerradura embutida, con bombín y escudo de las mismas características que la cerradura principal.
Por último, si queremos una protección más a largo plazo y contra todo tipo de ladrones, podemos plantearnos la instalación de una puerta de seguridad certificada.